Todo apunta a que en 2.025 se acabará concretando la subida de los impuestos al diésel. Estos cambios que se vienen barruntando desde tiempo atrás se está debatiendo en el marco de la reforma fiscal que está siendo discutido en estos días.
Es verdad que el diésel lleva mucho tiempo siendo perseguido y tenía poco sentido que para el uso particular tenga un tratamiento favorable respecto de la gasolina, pero estos cambios de cartas a mitad de partida siempre son dolorosos.
¿Cuánto subirá el diésel?
La subida no es ni mucho menos menor, porque cada litro de diésel costará 0,1133 € más. Esta subida será consecuencia del efecto en el impuesto de hidrocarburos y el impacto adicional en el IVA. ¿A alguien le suena a doble imposición? A mí un poco.
Esto de la subida del impuesto, que significa equiparar la imposición del diésel y la gasolina, pueden llevar al precio del diésel incluso por encima del de la gasolina, aunque esto depende siempre de las desconcertantes subidas y bajadas de precios en el mercado.
Impacto en el coche nuevo y en el usado
En el ámbito del coche nuevo es cierto que cada vez se venden menos coches diésel, pero este tipo de subida puede suponer la puntilla definitiva a esta tecnología.
Pero lo que parece más delicado es el impacto en todos los conductores que tienen vehículos diésel a los que les queda todavía una buena parte de “vida útil”. Estos conductores tendrán que elegir entre dejarse adicional de su sueldo en la gasolinera, o perderlo en la operación de cambio de coche, puesto que su vehículo también se va a depreciar más con esta medida.
Excepciones
Al menos esta subida no afectará al gasóleo de uso profesional ni al gasoleo bonificado, con el objetivo de no perjudicar a los principales sectores productivos dependientes en gran medida del diésel.
Cuidado con lo que parece barato
Cada vez va a ser necesario hacer más números para no caer en el trampantojo de un precio menor en la compra de un coche que después será una sangría en la gasolinera, en el taller, en el impuesto local o en el estacionamiento regulado, por ejemplo, por no hablar del riesgo de no poder entrar en según qué Zona de Bajas Emisiones.
Este es y sigue siendo el objetivo de Effimove desde hace ya un tiempecito.