Son vehículos impulsados por un motor de combustión que puede funcionar con gas o gasolina. Tienen dos depósitos diferenciados para cada uno de los dos tipos de combustible
El GLP tiene un precio más estable que el GNC, que suele tener una mayor variación en su precio. Normalmente tanto rodar con GLP como con GNC es más económico que hacerlo con gasolina y, en el peor de los casos siempre se puede mover con gasolina
Técnicamente sus motores provienen de motores de gasolina a los que se les realizan algunos ajustes para el funcionamiento con cualquiera de las dos opciones.
Al tener dos depósitos, uno de ellos suele ocupar parte del maletero, generalmente en el doble fondo o hueco tradicional de la rueda de repuesto, con lo que se pierden algunos litros menos de maletero.