Comparador de coches Gasolina / Diésel
¿Todavía tiene sentido comprarse un vehículo de combustión tradicional?
Tecnología de sobra conocida sobre la que parece que siempre quedan pocas mejoras que incorporar, pero sobre la que siguen apareciendo mejoras técnicas.
Gracias a toda la evolución que han tenido, los vehículos diésel y gasolina actuales consiguen cumplir con todas las exigencias normativas actuales en materia de emisiones. Adéntrate en nuestro comparador de coches diésel y gasolina.
Pasado, presente y futuro de los motores de combustión
Los vehículos diésel y gasolina actuales son muy diferentes a los motores de hace años y sus consumos y emisiones significativamente menores. Su evolución ha sido muy importante, pero parece que el margen de mejora es ya muy reducido. En julio de 2025 entrará en vigor la normativa Euro 7 que supone una exigencia adicional en eficiencia a estos motores que, de acuerdo a la normativa europea, dejarán de poder ser vendidos a partir de 2.035. Eso no significa que no puedan seguir circulando, como no significa que no puedan comprarse y venderse en el mercado de segunda mano.
¿Merece la pena un coche de combustión diésel o gasolina?
Es la tecnología en la que encontraremos vehículos, de características equivalentes a otras tecnologías, a un precio menor. Pero, como ponemos en valor en Effimove, el precio no es el único concepto que debemos contemplar y hay muchos conceptos que, de forma progresiva van a encarecerse en un vehículo de combustión respecto de otras tecnologías: consumos, mantenimientos, IVTM, estacionamiento regulado, … u otros conceptos como el impuesto al CO2 en Cataluña. Es cierto que puede que muchos de los ahorros actuales asociados a otras tecnologías no se mantengan toda la vida, pero también parece probable que aparezcan fórmulas para penalizar las fórmulas de movilidad menos ecológicas.
Psicológicamente añadir a la ya por sí importante inversión que supone la compra de un coche un dinero adicional para que sea electrificado, en mayor o menor medida, es perfectamente comprensible. No obstante, en el largo plazo esa resistencia, según las circunstancias de cada caso, puede costar caro.
Diésel o gasolina
Aunque aún hay quienes piensan que tenemos petróleo para rato, cada vez más evidencias hacen pensar que, aunque pueda ser así, será cada vez más difícil de obtener y por lo tanto parece muy probable que su precio no baje, o no lo haga de manera significativa.
Esta situación parece que puede ser más acuciante para el diésel que para la gasolina, y eso hace pensar que el mayor precio del litro de combustible del diésel no sea coyuntural sino estructural.
Por otro lado, la reducción de óxidos de nitrógeno y partículas es uno de los principales objetivos de las nuevas normativas, como Euro 7. Los vehículos diésel emiten, por lo general, más NOX y partículas que los motores de gasolina. Esta realidad, unida a la ya muy avanzada madurez de la tecnología, es la que hace que los motores diésel tengan un futuro incierto en el medio plazo como vehículos nuevos.
Biocombustibles
En términos de tecnología estos motores de combustión, podrían eventualmente funcionar con biocombustibles. Esta posibilidad podría dotar de una renovada vida a la tecnología de motores de combustión aprovechando la ya disponible estructura de estaciones de servicio.
¿Pero qué son estos biocombustibles? De forma sintética podríamos decir que se trata de combustibles proceden de residuos orgánicos o biomasa. Este biocombustible está ya presente en diferentes porcentajes en los combustibles que utilizamos en nuestros motores de combustión (10-15%).
¿Y por qué son “BIO” si se queman igual que la gasolina o el diésel? Se consideran ecológicos y pueden ser parte del futuro de la movilidad en la medida que en su producción capturen tanto o más CO2 del que se emitirá cuando se queme en un motor de combustión.
Ventajas
Tener en cuenta
Conoce nuestros coches
¿A quién recomendaríamos esta tecnología?
A aquellos que:
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Para su día a día no tengan un lugar habitual donde poder cargar un coche electrificado y/o no puedan/quieran depender de la red de puntos de carga eléctricos públicos
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Vayan a utilizar el coche fundamentalmente para viajes largos y no puedan o no quieran depender de la carga pública que necesitarían para un coche eléctrico
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Busquen un vehículo más económico, aunque pueda suponer mayor gasto en costes de uso (combustible, mantenimientos, IVTM,…) que un electrificado equivalente
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No les interese la etiqueta “ECO” que podrían tener con un Híbrido ligero o Mild-Hybrid