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INTRO
Hace unos días arrancó en Glasgow la Conferencia de Naciones Unidas sobre el cambio climático, COP26. Son muchas las esperanzas depositadas en esta cumbre donde los principales líderes mundiales debatirán sobre las acciones que nos deben permitir abordar la crisis climática. Esperemos que surjan acciones y compromisos concretos. Pero en este artículo intentaremos exponer el porqué creemos que la urgencia climática es cosa de todos.
No obstante, creemos que es una extraordinaria excusa para proponer una reflexión sobre nuestras responsabilidades y capacidades individuales para contribuir a reducir las emisiones que generamos.
Es evidente que no haber tomado medidas más contundentes a tiempo nos ha conducido a la situación de emergencia climática actual. Podemos buscar culpar a terceras partes o asumir que cada uno de nosotros hemos sido parte del problema y debemos ser parte de la solución, la urgencia climática es cosa de todos.
Nuestra capacidad individual es limitada, pero eso no quiere decir que la suma de acciones individuales no tenga una influencia significativa. Con manifestaciones civiles y con la acción de activistas comprometidos se genera influencia en nuestros líderes, con nuestras decisiones de compra mandamos mensajes a los mercados y con la suma de comportamientos individuales podemos reducir nuestras emisiones de GEI.
A continuación resumimos las conclusiones principales, que desarrollamos posteriormente en más profundidad:
Hablemos de la situación climática:
Lamentablemente la situación es grave. 1,5 grados de subida de temperatura (compromiso G-20) es mucho más importante de lo que puede parecer y los efectos probables del calentamiento global también lo son (subida de nivel en océanos, huracanes, inundaciones, sequías, …)
Todos debemos contribuir a resolverlo. Es cierto que otras economías contaminan más que nosotros en términos absolutos o per cápita, pero justificar nuestra inacción porque otros, a menudo mucho más pobres, no lo hagan no creemos que sea el camino.
El optimismo tecnológico puede ser peligroso. Las innovaciones tecnológicas nos ayudarán probablemente a resolver parte del problema, pero si esperamos que estas sean la única solución no llegaremos a tiempo.
Hablemos de las posibles soluciones:
A todos nos gustaría conocer que hay una solución magistral que nos sacará de esta situación, pero no es así. No hay una única acción válida sino la combinación todas ellas y no es responsabilidad de algunos sino de todos.
En el ámbito de la movilidad: La electrificación es una parte relevante de la solución.
La falta de infraestructura de carga pública es un condicionante importante y, en nuestra opinión, limita la adopción del coche eléctrico en dos sentidos diferentes:
– En la medida en que condiciona a la posibilidad de tenerlo a aquellos que disponen de un garaje o lugar habitual donde cargarlo
– En la medida en que necesitaremos una planificación mínima en nuestros viajes
Eso no quiere decir que no sea una opción para muchos más de lo que representa ese exiguo 2,6% de ventas de vehículos eléctricos sobre el total de ventas en España.
Si tienes garaje y eres capaz de asumir temporalmente la necesidad de planificar tus viajes, el coche eléctrico es en nuestra opinión una realidad que puede estar mucho más cerca de lo que crees, dale una oportunidad. Te invitamos a descubrirlo en effimove.com.
DESARROLLO
La mayoría de los datos que aportamos provienen del libro “Como evitar el desastre climático”, de Bill Gates. Libro cuya lectura recomendamos. Aunque podamos no compartir algunos de sus enfoques es, sin duda, un extraordinario compendio de información. Cabe destacar que, desde hace unas semanas, es además un libro disponible gratuitamente para estudiantes: https://www.gatesnotes.com/Energy/How-to-Avoid-a-Climate-Disaster-giveaway
La situación climática
Por qué decimos que la situación es grave
Aunque la gran mayoría esté familiarizada con esta información, nos permitimos recoger algunos datos que nos parecen importantes.
Pensar que uno o dos grados no son tanto significa obviar elementos como:
– que en la época de los dinosaurios la temperatura se estima era solo 4 grados superiores a la actual
– que en la Edad del Hielo, esa misma temperatura media era de apenas 6 grados menos
Negar la relación entre emisiones de carbono y la subida de temperatura significa obviar como las emisiones de carbono guardan relación con la subida media de las temperaturas.
Es verdad que no siempre la correlación implica causalidad, pero en este caso no hay duda científica de que las emisiones de Gases de Efecto Invernadero son una innegable causa del calentamiento global.
Afortunadamente la amplia mayoría de la sociedad no cuestiona ya los efectos de este cambio climático pero creemos interesante mencionar algunos de los efectos más relevantes:
– Días con temperaturas más extremas (días más fríos y más calientes). Esto provocará que tengamos mayores necesidades de calentarnos/enfriarnos, lo que a su vez nos lleva a generar emisiones adicionales
– Derretimiento de grandes masas de agua congeladas, con el consiguiente efecto en el aumento del nivel de los océanos, lo que a su vez supone una amenaza para determinadas zonas vulnerables del planeta por la pérdidas de zonas pesqueras y movimientos migratorios
– Riesgo de derretimiento del Permafrost y la liberación de de gases de efecto invernadero almacenados en el mismo.
– Calentamiento del aire. El aire al estar más caliente atrapa mayor humedad del suelo, provocando sequedad en la superficie. Un suelo más seco unido a lluvías más torrenciales y menos constantes aumenta el riesgo de que padezcamos más sequías.
– Una superficie más seca incrementa el riesgo de incendios.
– Mayores acumulaciones de humedad en el aire generan mayor probabilidad de que se produzcan huracanes, ciclones, tormentas más violentas e inundaciones
– Mayor humedad en el aire puede generar unas condiciones favorables para la proliferación de insectos que transmitan enfermedades infecciosas
Luego, “Sí, la situación es grave” y requiere como mínimo un poco de nuestra atención.
Por qué sí es nuestro problema
Aunque nuestro vecino contamine más (sea puerta con puerta, país con país, continente con continente), escudarnos en ello para no actuar nos parece extremadamente peligroso.
A continuación mostramos las emisiones para cada una de las economías más avanzadas y su equivalente por persona:
Aunque eso de mirar de lado a los demás para no fijarnos en nosotros mismos no nos parezca lo mejor, creemos que es importante entender que:
– En el caso de China, muchas de las emisiones son tales porque producen mucho de lo que consumimos en el mundo desarrollado
– Economías en vías de desarrollo pasarán a emitir más como consecuencia de su crecimiento económico. Parece deseable que las economías más desfavorecidas prosperen. Y pretender que en ese desarrollo no emitan como lo hicimos nosotros, sin ayuda por nuestra parte parece, cuando menos, cuestionable.
Cómo los países ricos van a financiar la adaptación al cambio climático de los pobres es uno de los temas clave de la actual cumbre del clima COP26.
En el marco de la Cumbre COP26, India ha anunciado hoy que retrasa su compromiso de conseguir su neutralidad en carbono dos décadas, hasta 2.070. China por su parte ha anunciado que no llegará a la neutralidad hasta 2.060.
No son buenas noticas, pero tenemos que seguir con nuestra parte. Creemos que es importante entender que para estos países conseguir la neutralidad una o dos décadas después del resto de países desarrollados puede ser un esfuerzo incluso mayor que el que tenemos que afrontar en otras economías. Y aunque no lo fuera, nuestra responsabilidad pasa por contribuir en la medida de nuestras posibilidades a reducir nuestras emisiones sin especulaciones respecto de otras economías.
Respecto del optimismo tecnológico
La ciencia e innovaciones podrán encontrar soluciones, pero no podrán ser la única solución
Los avances científicos que hemos sido capaces de conseguir son fascinantes pero la magnitud de cambios que necesitamos para descarbonizar el planeta son de una dimensión tal que necesitaremos un tiempo para poder abordarlos.
Una de las primeras cuestiones que necesitamos conocer es el origen de las emisones.
Esta categorización puede estar sujeta a un largo debate respecto a dónde contabilizamos qué, pero creemos que es un punto de partida interesante que nos aporta un orden de magnitud válido.
Una vez vistos los datos, no parece que vaya a ser fácil encontrar la ecuación perfecta, fabricar menos, ser más eficientes en la producción de electricidad, comer diferente y optimizar el transporte y la manera en la que nos protegemos frente al frío o calor.
Nos parece interesante la lectura de que aunque la electricidad representa el 27% de las emisiones, podría representar mucho más del 27% de la solución. Esto es así porque con una electricidad limpia podríamos reducir las emisiones que se generan en una parte importante de la fabricación, transporte, calefacciones / aires acondicionados, …
Entonces si produjéramos electricidad de manera limpia podría ser una parte importante de la solución. Lo cierto es que sí, pero lamentablemente los tiempos que hemos demostrado necesitar históricamente para incorporar cambios no son precisamente rápidos:
El gráfico muestra que necesitamos periodos muy largos para incorporar nuevas fuentes de energía. Un tiempo que no tenemos. Incluso en el caso en que empezáramos a retirar más carbono del que emitimos la temperatura todavía tendría un periodo en el que seguiría aumentando sensiblemente.
KNMI Climate Explorer
Cada una de las líneas representa como evolucionaría la temperatura si:
High: Si crecen las emisiones
Lower: Si crecen menos
Negative: Si quitamos más carbono del que emitimos
Dos datos adicionales que merecen especial consideración:
– El 50% del CO2 que emitimos tarda un siglo en eliminarse de la atmósfera
– El 20% puede llegar a tardar milenios en desaparecer.
Haciendo un zoom en la automoción y el transporte:
– El transporte es responsable del 16% de las emisiones de efecto invernadero, siendo la mitad proveniente de los vehículos particulares
– En clave nacional, «el sector transporte representa el 25% de las emisiones totales de gases de efecto invernadero.
Por modos de transporte, el transporte por carretera representa casi el 95% de las emisiones. (Datos procedentes del Miteco)
La solución
Necesidad de acción conjunta
La solución pasa necesariamente por una acción conjunta. No hay una única acción válida sino la combinación de todas ellas y no es responsabilidad de algunos sino de todos.
No nos extenderemos sobre la cantidad de soluciones posibles ni su viabilidad puesto que este post tiene como objetivo aportar una visión general, pero es evidente que la magnitud del problema requiere una respuesta amplia en la que todos debemos participar, desde instituciones públicas y privadas hasta individuos.
De forma muy básica podríamos simplificar diciendo que necesitamos:
– Innovar en nuevos ámbitos: Hidrógeno verde, almacenamiento eléctrico, producción de cemento o acero neutros en carbono, …
Algo que para la mayoría de los ciudadanos puede parecer lejano y a lo que gobiernos y grandes empresas deben dedicar importantes inversiones.
– Aprovechar las alternativas existentes que nos permiten eliminar o reducir la huella de carbono. Energías renovables, mejorar eficiencia energética en hogares, …
Es aquí donde la capacidad de acción individual toma de nuevo importancia.
Para facilitar que los usuarios finales demos el paso a opciones más sostenibles, instituciones públicas deben, en nuestra opinión, favorecerlo e incentivarlo cuando la distancia entre opciones eficientes y las que no lo son es importante. Emitir menos Gases de Efecto Invernadero no debería suponer un esfuerzo adicional para los consumidores individuales. Conseguir que las alternativas con menor huella de carbono sean más accesibles para todos es, sin duda, uno de los grandes retos a los que nos enfrentamos.
En el ámbito de la movilidad hay afortunadamente iniciativas que contribuyen notablemente a ello, como el plan MOVES III a nivel nacional (aunque de aplicación autonómica) o ciertas ayudas locales, como el Plan Cambia 360 en el Ayuntamiento de Madrid.
La electrificación en la movilidad
En el ámbito de la movilidad: La electrificación es una parte relevante de la solución.
Hay diferentes iniciativas tecnológicas que están experimentando un extraordinario desarrollo como el vehículo de hidrógeno (esperemos que sea pronto una alternativa más), las baterías de estado sólido u otras alternativas (biocombustibles, combustibles sintéticos, ….).
No obstante, lo cierto es que el coche eléctrico es a día de hoy la alternativa más eficiente que disponemos para conseguir una reducción significativa de emisiones. Es una tecnología madura y fiable que ofrece no pocas ventajas, pero sobre el que pesan aún ciertos estigmas que nos gustaría abordar brevemente.
El vehículo eléctrico también contamina
Este tema quedó suficientemente cubierto en el post publicado hace unas semanas: http://effimove.com/emisiones-de-co2-en-la-vida-del-coche-electricos-vs-combustion/
La autonomía no es suficiente
La autonomía no es un problema en nuestro «día a día», siempre y cuando no viajes todos los días. Pero si necesitamos el coche eléctrico para viajar y lo hacemos con mucha asiduidad, es cierto que debemos valorar el equilibrio entre autonomía e infraestructura de carga pública disponible. En tal caso necesitaremos la mayor autonomía posible, una infraestructura de carga mínima y una mínima planificación.
Sobra decir que las autonomías homologadas están lejos de las reales, como lo están habitualmente los consumos. Pero en el mercado hay alternativas, no decimos que baratas, con diferentes autonomías y con velocidades de carga superiores a los 100 kWh, lo que implica paradas de tiempos razonables.
En cuanto a la infraestructura de carga, el volumen de puntos de carga rápida está creciendo de una manera importante. Aunque estamos muy lejos de estar en una situación ideal, ya a día de hoy existen alternativas interesantes. Electromaps es una opción solvente para consultar puntos de carga rápida para tus viajes.
Pero claro necesitamos planificar los viajes dada la limitada infraestructura de carga pública, algo que está cambiando afortunadamente a un ritmo prometedor.
No es un vehículo para quienes no tienen garaje
Esto es, desde nuestro punto de vista, y muy a nuestro pesar cierto y es uno de los problemas que debemos abordar. Ya comentamos en otro de nuestros post la importancia que para nosotros tiene la carga doméstica: http://effimove.com/lo-que-debes-saber-de-la-carga-de-un-vehiculo-electrico/
Cerca del 70% de los coches en España no duermen en garaje. En esta situación, depender de una infraestructura de carga pública lamentablemente no es una opción a día de hoy para la mayoría. Esta falta de infraestructura de carga es una de las razones por las que una parte muy importante de las ayudas públicas se están dedicando a este fin.
Pero, ¿y el 30% de los usuarios que tiene garaje donde poder cargar su coche?
Porque las ventas de vehículos electrificados solo pesan el 2,5% en el caso de «Eléctricos puros» (4,8% adicional de las ventas son híbridos-enchufables) en 2.021?. ¿Solo porque para esos viajes puntuales tengo que planificar dónde parar a cargar mi coche?
Pero hay otras razones que explica la escasa penetración del coche eléctrico. Dentro de estos factores está sin duda la percepción de que son más caros.
El vehículo eléctrico es más caro
Esta es sin duda otra razón de peso, y muy cierta si miramos solo el precio del vehículo.
No obstante creemos que a menudo despreciamos todos los ahorros y ventajas que los vehículos eléctricos nos aportan después de la compra.
Simplificando mucho, ¿no sería lo mismo para tu bolsillo pagar, por ejemplo, 200 € de cuota y 100 € en gasolina que pagar 275 € de cuota y 25 € de electricidad?. Sin embargo el peso psicológico del precio es una barrera importante para la mayoría de nosotros. Incluso en situaciones en los que el balance es claramente favorable hacia el vehículo eléctrico, si el precio es mayor, nos cuesta dar el paso.
En nuestra opinión no podemos comparar solo el precio si comparamos distintas tecnologías y por eso hemos desarrollado nuestro comparador. En la comparativa de costes, puedes consultar todo lo que realmente importa:
– Consumos
– Mantenimientos
– Impuestos municipales
– Estacionamiento regulado
– Peajes (solo C-16 y C-32 en Cataluña con Ecoviat
– Impuesto al CO2.
Te sorprenderá descubrir todos los ahorros asociados al vehículo eléctrico, por no hablar de su efecto reductor de GEI.
Como acabamos de ver, el precio no puede ser el principal y a veces único indicador económico a considerar en nuestra decisión de compra.
El paso al vehículo eléctrico es, en nuestra opinión, una alternativa a considerar para, al menos, ese 23% de los usuarios que aún teniendo un lugar en sus domicilios donde poder cargar el coche, optan por otros combustibles con mayores emisiones de GEI. Entendemos que hay muchas circunstancias y que todas ellas son respetables pero, si dispones de un garaje y estás buscando cambiar de coche, no dejes de al menos analizar las alternativas electrificadas disponibles con una perspectiva amplia, nos va mucho en ello.