El contexto:
A estas alturas creemos que hay pocas dudas sobre la realidad del cambio climático, sobre su relación con las emisiones de Gases de Efecto Invernadero (GEI), sobre las probabilidades de que dicho aumento de temperaturas esté teniendo ya un impacto en los desastres naturales cada vez más frecuentes o sobre los riesgos a los que nos exponemos si no revertimos la situación con urgencia.
Esperamos que tampoco haya muchas dudas sobre la responsabilidad compartida que tenemos todos, y en particular de aquellos que tenemos la suerte de vivir en el “Primer Mundo”, para conseguir la descarbonización de la movilidad.
No podemos obviar el hecho de que la situación a la que hemos llegado ha sido en gran medida provocada por nuestras emisiones, por mucho que ahora otros puedan estar emitiendo más (en algunos casos porque están produciendo lo que consumimos nosotros).
Tampoco creemos que debamos fustigarnos o demonizarnos, pero nos parece imprescindible que tomemos conciencia de ello para poder acometer los cambios que nos permitan revertir la situación
La movilidad privada es una fuente de emisiones, y aunque no es la única y tampoco es la mayor, es una causa importante y en nuestra opinión merece que le prestemos atención.
Pero la realidad es muy tozuda y hacer un esfuerzo importante para conseguir reducir emisiones puede no estar al alcance de todos, lo que es perfectamente comprensible. Las grandes preguntas que nos tenemos que hacer en nuestra opinión en el ámbito de la movilidad privada son: ¿Cuánto me cuesta no contaminar? ¿Puedo yo permitirme reducir emisiones? ¿Estoy haciendo un análisis adecuado de la realidad?
Nuestra propuesta
En Effimove aspiramos a ayudar a responder a algunas de estas preguntas, porque quizás fórmulas alternativas de movilidad no sean tan inaccesibles como pueden parecer.
Y si en algunos casos fuera rentable no contaminar, pero para ello tenemos que ampliar nuestros horizontes porque efectivamente:
“Lo que importa ya no es solo el precio del vehículo sino el coste total de comprar y tener el coche”
Bill Gates – Cómo evitar el desastre climático (2020)
No podemos comparar solo precios porque es una variable que nos limita enormemente cuando comparamos tecnologías diferentes entre sí.
¿Tiene un vehículo eléctrico tiene un precio mayor que uno de combustión equivalente?
Sin duda la respuesta es “sí” en el momento actual, aunque esta diferencia se ha reducido de manera importante gracias a la disponibilidad actual de subvenciones en el marco del plan de ayudas MOVES III.
Conviene al menos recordar en este sentido:
- El importe de las ayudas para turismos si no se dispone de vehículo a achatarrar:
– 4.500 € para aquellos cuyo precio no supere los 45.000 € sin IVA (53.000 para vehículos eléctricos de 8 o 9 plazas) y que sean:
+ De pila de combustible
+ Eléctricos o híbridos enchufadles de más de 90 kilómetros de autonomía
– 2.500 € para aquellos que sean eléctricos o híbridos enchufables con autonomía entre 30 y 90 kilómetros (con precio inferior a 45.000 € sin IVA o 53.000 € si son de 8 o 9 plazas)
- En caso de achatarramiento estos importes se pueden aumentar en 2.500 €. Estos vehículos a achatarrar deben cumplir los siguientes requisitos:
– De más de 7 años
– Con titularidad de al menos 12 meses
– Haber satisfecho el último IVTM (2020)
– En MOVES III no se exige que tenga ITV en vigor
- Impacto fiscal ayudas. Todas las ayudas no se consideran exentas por lo que el beneficiario debe tener en cuenta el posible impacto fiscal en su declaración de impuestos.
- Todos los detalles del Plan MOVES III son consultables en el RD 266/2021 del 23 de abril de 2021.
¿Es un vehículo electrificado más caro que uno de combustión equivalente a lo largo de toda la vida del vehículo?
Aquí ya la respuesta no está tan clara, y solo podemos decir DEPENDE.
Depende de cuántos kilómetros realicemos con el vehículo, de dónde lo carguemos y a qué coste, depende de cuánto aparquemos en una zona de estacionamiento regulado, de los ahorros que tendremos en costes de mantenimiento, de cuánto valoremos poder ir por un carril BUS/VAO o poder acceder a una Zona de Bajas Emisiones, …
Por ello te invitamos a descubrir toda la realidad y a partir de la misma tomes la mejor decisión para ti.
Soluciones para descarbonizar la movilidad:
Parece evidente que la electrificación es cuando menos parte de la solución, pero no tiene porqué ser la única, el hidrógeno o los biocombustibles podrían ser también grandes alternativas para la tan necesitada reducción de emisiones.
Es cierto que los vehículos eléctricificados pueden no ser una opción viable para determinados clientes (por la imposibilidad de carga doméstica, escasa red de puntos de carga para viajes o porque a pesar de considerar todos los costes implicados en la compra y uso del coche siga siendo más caro) . Pero resulta difícil pensar que esas razones están presentes en el aproximadamente el 94% de los clientes que compran coches no eléctricos.
Aunque tampoco podemos obviar que cualquier coche nuevo, sea gasolina, diésel, de gas, o híbrido aunque no sea enchufable, reduce muy considerablemente emisiones respecto de los coches más antiguos. En España nuestra antigüedad media del parque de coches es de más de 12 años.