Los fabricantes europeos cada uno con estrategias diferentes abordan su transición hacia la electrificación con paso firme.
En este post, damos unas pinceladas de cómo vemos el panorama global de la industria.
Qué está sucediendo en Europa
VOLKSWAGEN
Primero fue Herbert Diess quien pagó con su puesto las posibles consecuencias de su osadía de transformar el Grupo Volkswagen para adaptarlo a las muy distintas necesidades de este siglo XXI, plataformas vehículo eléctrico, convivencia de tecnologías y sobre todo cambiar el enfoque en torno al “software”. Evidentemente una tarea de unas dimensiones titánicas no salió, como no podía ser de otra manera, como se esperaba. Sin que probablemente le sirva de consuelo, en el camino recibió el reconocimiento del propio Elon Musk quién reconoció que “Diess merece mucho reconocimiento por hacer avanzar a Volkswagen rápidamente hacia la electrificación”. El Sr. Blume se encuentra ahora con la tarea de construir sobre esos cimientos, aunque también ha anunciado cambios importantes como mantener cierto desarrollo del hidrógeno, electrificar vehículos como el Golf, …
Esperemos que, por el bien industrial de buena parte de Europa, todos estos cambios conduzcan al éxito de este gigante industrial europeo.
STELLANTIS
El Sr. Tabares entendió perfectamente la dimensión de la tarea que tenía por delante. Vio con claridad la necesidad de construir un gran conglomerado industrial para afrontar la radical transformación necesitada por lo que entonces era PSA. Al frente de Stellantis, avanza ahora con paso firme hacia la electrificación de todo el grupo. Es él quien está levantando de forma clara la voz en defensa de la industria europea. Es él quien con más profusión está alertando sobre los riesgos de poner “alfombras rojas” a competidores de otros continentes que están muy lejos de corresponder recíprocamente en sus respectivos mercados. También el Sr. Tabares se ha mostrado especialmente crítico con la futura Euro 7, que impone restricciones muy duras para los motores de combustión para un recorrido de tiempo muy corto, lo que derivará simplemente en una pérdida de foco en lo que realmente importa, que es la electrificación definitiva de las gamas, objetivo impepinable para 2.035.
Retoma también Stellantis la senda iniciada por Renault en el ámbito del “Retrofitting”, y ha anunciado recientemente un acuerdo con Qinomic para convertir vehículos comerciales ligeros con combustión interna en transmisión eléctrica.
RENAULT
El Grupo Renault se encuentra en plena transformación con su plan conocido como Renaulution. Este grupo, que parecía haber caído en desgracia de la mano del otrora endiosado y ahora demonizado Carlos Goshn, parece ahora recuperar el vuelo de la mano de Luca de Meo.
Renault ha anunciado recientemente que separará el grupo en 5 entidades (Power, Ampere, Mobilize, Alpine y Future is neutral), se asociará con nuevos partners (como Qualcomm, Geely o Google entre otros).
Renault conseguirá así unos mayores niveles de especialización y compartir riesgos con otros actores ante un entorno tan cambiante en el que cualquier paso en falso puede resultar fatal.
Hace apenas una semana se anunció un primer fruto de esta estrategia con el anuncio de un acuerdo con el gigante aeronáutico Airbus para el desarrollo conjunto de baterías, donde en concreto las baterías de electrolito sólido es muy probable que jueguen un rol importante en el futuro.
No es que el grupo Renault se hubiera dormido hasta hoy, puesto que cuenta con productos extraordinarios ya en su gama como el Megane e-Tech 100% eléctrico o Captur con sus versiones híbridas e híbridas enchufables, pero el Grupo da ahora un paso adicional en esta enorme transformación que, como afirmaba Luca de Meo hace unos días, permitirá al Grupo Renault recuperar el respeto que merece.
MARCAS PREMIUM EUROPEAS
Las marcas premium también se encuentran en pleno proceso de cambio, cada una con sus matices, donde me parece especialmente destacable la apuesta de Mercedes por unos híbridos enchufables con unas autonomías muy atractivas.
Con estas autonomías en modo eléctrico, estos vehículos pueden ser una de las grandes soluciones de futuro.
Pero esto será así siempre que en el uso de estos vehículos prime el uso de su parte eléctrica y no como sucede desgraciadamente en muchos casos donde rara vez ven el enchufe.
En el resto del mundo no están perdiendo el tiempo
En Norteamérica Tesla es el gran vencedor en el ámbito de la electrificación, conviertiéndose en un referente a nivel global. Ha sido capaz de innovar exitosamente ya no solo en lo que se refiere a sus vehículos, sino también en el software que equipan los mismos (con sus actualizaciones OTA, por ejemplo), o en las enormes pantallas, en el formato de distribución (con apenas puntos de venta), en la estrategia de comunicación (sin publicidad “explícita” ni un departamento de prensa), en su visión de conducción autónoma confiándolo todo a cámaras (Tesla Vision), entre otras muchas cosas.
Está aún por ver si Tesla acertará con algunas de las apuestas que tiene encima de la mesa, como la conducción autónoma basada exclusivamente en cámaras o si es capaz de desarrollar un vehículo eléctrico de gran tonelaje que tenga sentido práctico y económico (Tesla Semi).
Pero como mínimo hay que reconocerle al señor Musk, que ha sido su compañía la que ha agitado la pajarera y han arrastrado a la electrificación a los fabricantes americanos tradicionales (GM, Ford, …) y a nuevas compañías que pueden en mayor o menor medida replicar su modelo de éxito (Rivian, Lucid, …)
Por otro lado, desde China la apuesta por la electrificación es definitiva. Marcas como MG, BYD, DFSK, NIO, entre otras están entrando en el mercado europeo con paso y firme. Todas estas marcas van a convertirse en competidores solventes a tener muy en cuenta. Cuentan con el know-how en la fabricación de vehículos gracias a los acuerdos que cerraron hace ya mucho tiempo con compañías experimentadas, cuentan además con una experiencia en la fabricación de sus componentes y un mercado local en el que se venden más vehículos eléctricos que en toda la Unión Europea.
Y si además se posicionan estratégicamente para el abastecimiento de materias primas, todo apunta a que los fabricantes chinos pueden acabar teniendo todos los elementos para convertirse en una durísima amenaza para los fabricantes europeos.
Los fabricantes coreanos por su parte con Hyundai y KIA a la cabeza han demostrado, como los europeos, su apuesta decidida por la electrificación con unas gamas electrificadas muy amplias y competitivas.
Y en el caso de los japoneses, nos parece destacable por un lado el caso de Toyota, que aunque están impulsando también la electrificación, vislumbra algunas dudas razonables y muestran algunas reservas. Hace apenas unos días Akio Toyoda apuntaba que hay que ser realista acerca de cuándo la sociedad podrá adoptar mayoritariamente los vehículos 100% eléctricos (BEV) y cuándo la infraestructura de carga podrá estar lista para una adopción masiva de esta tecnología.
Detrás de estas afirmaciones puede haber una visión algo interesada, ya que bien le vendría que fuera así ya que eso les permitiría estirar aún más el éxito rotundo conseguido con su hibridación. El caso es que Toyota no suele dar “puntada sin hilo” y solo el tiempo nos dirá si efectivamente están o no en lo cierto.
Todo ello, mientras anuncian lanzamientos eléctricos como su icónica Hilux en versión eléctrica, Hilux Rvo BEV o mientras mantienen su apuesta por el hidrógeno.
Nissan por su parte, que fue pionero con Leaf y cuenta con una experiencia envidiable en electrificación, parece haber perdido algo del empuje inicial, aunque retoma el pulso con un modelo como Ariya ya disponible en el mercado español. Además ha desarrollado su tecnología e-Power, que es una alternativa a la hibridación ofrecida por Toyota para todos aquellos que tengan muy difícil tener un enchufe a mano habitualmente.
Conclusión
La gran cuestión ahora es determinar si esta puesta clara de los fabricantes europeos llega a tiempo para competir en un contexto global tan agresivo.
Un viejo amigo siempre decía que los fabricantes europeos son como enormes bolas de piedra, muy difíciles de arrancar, aún más difíciles de cambiar de rumbo, pero que una vez en ruta también resultan muy difíciles de parar.
La sensación es que vamos tarde, pero esperemos que las transformaciones en curso sean un éxito, porque es fundamental para evitar la irrelevancia europea en la industria de la automoción.
Además, quizás sea el momento de aprovechar que otros se encuentran algo distraídos detrás de pajaritos azules.